El sentirse juzgada es una percepción que muchas veces es más de una misma que de los demás.
Con el tiempo estoy aprendiendo que muchas veces soy yo la que creo que la gente me juzga, más por algún complejo mío que porque lo hagan en realidad.
Sin embargo, desde que soy madre, me he sentido tantas veces juzgada, que creo que más de una y de dos es porque lo he sido realmente.
Me he sentido juzgada ante profesionales sanitarios. Enfermeras, pediatras, personal administrativo, que parece que consideran que soy demasiado exagerada por llevar a mi hija con tos a la consulta. Que parece que les molesta que me preocupe por ella.
Me duele especialmente porque también yo soy profesional sanitario, y quizás por el ámbito en el que trabajo, la salud mental, no subestimo el sufrimiento y la gravedad de lo que la gente trae a consulta a priori. ¿Tan difícil es ponerse en la piel de las madres y padres? Lo más preciado que unos padres pueden tener, su hija o hijo, se encuentra mal, no le ven bien, y quieren una solución. ¿Que hay que juzgar ahí?
Me he sentido juzgada ante familiares. Tíos, abuelas, suegra... todos parecen haber criado a sus hijos mejor que yo. Incluso cuando tratan de no juzgarte y sólo preguntan cómo el que no quiere la cosa...incluso con esas preguntas "inocentes" "¿Todavía quiere pecho?" "¿no está mucho en brazos?", incluso con preguntas me siento juzgada.
Me he sentido juzgada por los hombres. Compañeros de trabajos, amigos, conocidos... total, sólo he sido una embarazada quejica y una madre cansada más. No es para tanto. Si no duermo lo suficiente es mi problema, yo he escogido tener una hija, y eso venía en el pack. Frases de este estilo he tenido que escucharlas hacia mí o hacia mi marido.
Me he sentido juzgada por las mujeres. Amigas, compañeras de trabajo... ya no nos vemos como antes, ya no tengo tiempo para nada. Estoy en otra onda y las fallo. Las fallo porque no puedo compaginar mi vida de madre con mi rol de amiga. Poder puedo, pero no al ritmo que ellas necesitan.
Me he sentido juzgada por desconocidos. Cuando mi hija llora por la calle, cuando la ven con ropa que no les parece lo suficientemente abrigada... impresionante la capacidad de meterse en todo de algunas personas que no te conocen de nada.
En definitiva me he ido sintiendo juzgada por muchas personas, algunas lo habrán hecho, otras sólo habrán pasado por ahí haciendo un comentario más o menos desafortunado y dando una impresión que no era.
Por suerte tengo otras tantas personas con las que puedo ser yo. Actuar sin complejos y sin miedo a la censura.
Madre, marido, algunas amigas, algunas compañeras, madres de mi tribu...
¡Qué importante tener tribu que te acompañe en la crianza! Que importante sentir que pese a que algunos te declaren culpable, existen otros que no juzgan tu inocencia.
Suscribo todas tus palabras. Y totalmente de acuerdo en que muchas veces es un sentimiento propio. Pero muchas otras viene de fuera. Y ¡qué desagradable es!
ResponderEliminarSi lo es. Gracias por leer y comentar!!
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